A veces.... todo va tan rápido que sólo puedes sentarte en un rincón oscuro de tu vida, y acurrucarte y esperar a que todo pase.
Agachar la cabeza y taparte los oídos con las dos manos e intentar aislarte de todo lo que fluye a tu alrededor.
No puedo decir más. Sólo que quiero que todo esto pase y acabe por fin, que todo tenga el final que deseo, que llevo anhelando por mucho tiempo.
Y mi corazón espera lo que mi mente desea, y todo lo que hago o digo parece ir en contra de mis propios pensamientos. Y las águilas vuelan alto... tan alto que ya no las puedo alcanzar, tan lejos que ni mi vista alcanza a verlas ya. Tapadas por las nubes, a veces aparecen y me hacen un guiño con el sol en contra y parecen mirarme a mí, pero es sólo una ilusión. Los buitres las observan en manada mucho mas alto, esperando que alguna de las dos caiga en su vuelo, en su ir y venir turbulento.
Y yo... en mi impotencia las observo y lloro; lloro por no poder cogerlas ya en mi mano y alimentarlas con mis ilusiones y mis deseos de buena voluntad.
Ya todo es tan vacío, tan carente de emoción, tan superfluo, que quizás deba de quitarme el guante de cetrería, y sentarme en mi esquina a oscuras....
acurrucado.
con la cabeza baja, y mis oídos tapados.
No quiero ver como los águilas gritan de dolor.
No quiero ver como se alimentan de carroña.
Prefiero estar aquí, inmóvil... esperando a que todo pase.
En el rincón oscuro de mi vida.
1 comentario:
No se sia hay algo que pueda decirte.
Lo unico, que te quiero.
Y que lo siento.
Odio verte así y saber que en parte es por mi culpa.
Mi hermano.
Publicar un comentario